Es un camino de autoconocimiento. Nos ayuda a descubrir quiénes somos, más allá de las etiquetas exteriores que nos definen y a conocernos mejor.

Nos presenta un camino hacia la autorrealización; descubrir nuestro potencial e ir dejando en el camino todo lo que hemos construido alrededor de ello que nos impide expresarnos en nuestro máximo explendor.

Un camino también porque es una práctica progresiva, que si así lo quiero, puede durar toda la vida.

Patanjali, en los Yoga Sutras, nos presenta un camino práctico, progresivo, para aplicar los diferentes aspectos de la práctica de yoga – técnicas y herramientas – para ir desde lo más amplio: el cómo me relaciono con los demás, pasando por cómo me relaciono conmigo mismo, cómo me relaciono con mi cuerpo, con mi respiración, con mis sentidos, con mi mente, con mi consciencia, hasta ir más allá de lo que conozco. Usar todos estos aspectos de mi mismo y de la práctica hacia un bien y mejoría de mi mismo.

Por otra parte, en el Bhagavad Gita, se presenta el camino de un Yogui basado en sus acciones. El Yoga como destreza en acción; como un camino de ecuanimidad y de descubrir tu verdad interior y seguirla.

La práctica de Yoga puede hacernos parte de un camino espiritual universal.

Nos presenta un camino hacia la felicidad.

¿Cuál es tu camino?